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miércoles, 29 de enero de 2014

El sonido de las letras

Cuando escribo trato de hacerme una idea global y bastante exacta de todos los detalles que hay en la
escena, es un poco como ver una película. Ante mí aparece el lugar donde transcurre la escena, la iluminación, el sonido y los personaje comienzan a desfilar tal cual actores. Para hacerme una idea más precisa de las emociones que sienten o de su modo de comportarse, incluso pienso en qué música se escucha, si es que hay música en ese momento, y digo en voz alta los diálogos, para saber exactamente el tono, el volumen de la voz, así como el gesto de su rostro o cuerpo. Trato de explicarlo lo mejor que puedo sin detallar demasiado, pues pienso que a veces la forma más sencilla de mostrarlo al lector es precisamente no perderse con palabras innecesarias. Así que como extra y por si hay alguna persona a la que pueda interesarle durante las próximas semanas: publicaré algún extracto de la novela junto con la música que se escucha en ese momento de la novela y que yo a su vez escuché mientras la escribía.

 Highway to hell de AC/DC.
Extraído de Sin Alas:

"El grupo en bloque se dirige a un punto mucho más cercano al escenario, donde pueden moverse más a gusto entre codazos y empujones. Mark tampoco ha bailado jamás. No tiene ni idea de cómo hacerlo. Examina con curiosidad a los distintos jóvenes a su alrededor cargados con botellines y vasos, todos parecen divertirse. Se mueven a los lados intentando llevar el compás o simplemente saltan con los brazos levantados. Otros se mantienen completamente estáticos, salvo su cabeza que golpea rítmicamente el aire con el mentón. Decide que este último estilo es el más adecuado para él. Así que se planta de cara al escenario y comienza a bailar marcando dicho movimiento, ataviado con su cerveza en la mano, de la cual no duda en beber cada vez que le apetece. Tres canciones después está saltando junto a Elena y el resto, al ritmo de una canción en inglés que le resulta muy familiar. Probablemente ya la ha escuchado antes. Le llama la atención lo que dice, se siente completamente identificado con la lírica: «Boleto de ida en una sola dirección. No me pregunten nada, dejadme vivir. Me llevo todo a mi paso. No necesito razones, no necesito versos. No haré nada que no quiera hacer. Voy hacia abajo, es tiempo de fiesta. Mis amigos van allí también. Estoy en la carretera del infierno.» ¿Está él en una carretera hacia el infierno? No lo sabe. De lo único de lo que está realmente seguro es que lo está pasando en grande. Sus nuevos amigos no vacilan en hacerle partícipe de sus bromas o charla. Mark cada vez se siente más a gusto con la situación y ríe con ellos. Es uno más. Es un joven más disfrutando de una noche de marcha cabalgando hacia el infierno. Apura su cerveza y desea tomarse otra. Le da un codazo a Elena y le grita al oído si quiere una. Ella asiente al ritmo de la percusión."

1 comentario:

  1. Le he dado al youtube y he leído al tiempo que sonaba. Ha sido genial, lo he percibido mucho mejor. Gracias por la entrada. Sigue así.

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